Salud mediante hàbitos
Fulano, estaba golpeàndose la frente contra la mesa, cubierta con melamina, escribir y escribir, a mano, en compu, tecleando o diagramando, dibujando, Uff, que desafìo. Se le habìa acalambrado el pulgar, tanto que ya no habìa oposiciòn de la acciòn emprendida por la dictadura del dedo indice. Imagina el caballo loco del dedo ìndice, cuando se potencia con el apasionamiento del dedo corazòn, o sea del dedo de en medio. Pobre Fulano, debe estar que reparte señalamientos con la diestra y la siniestra.
Un dìa en ese estado, se sentò a escribir un poema, y le saliò un pasquìn, lo peor es que hasta para pasquìn se hallaba disperso, no se entendìa quien era el atacado, o simplemente ese era el plan, que se le adjudique el que se ponga la camiseta, al que le quedò el guante que se lo chante. Pobre del aludido, Medio Pueblo.
Al dìa siguiente le fueron a tumbar la puerta de la casa, nadie lo encontrarìa, Fulano habìa sentido la energìa que fraguaba una emboscada en su contra, y ese mismo dìa habìa arrancado a esconderse entre los glaciares, cerca del lago del peregrino, protegido por el sistema de circuito cerrado que la visiòn de los señores condores le daban, desde una perspectiva de mucha altura.
La gente ademàs de blasfemo lo acusaba de alcoholico, pero el decìa que el bebìa medicina, el puro(destilado de caña de azucar) les decìa èl, que si lo mezclaba con la fruta de la carambola ya era mas jugo que otra cosa, y ya rodarìa sauve por la garganta al menos, pero finalmente despues de un par de litritos, aunque que el lo negara, en Fulano habìa un potencial hepatòpata crònico, un cirròtico. Asì transcurrieron muchos de sus dìas, edificantes desde luego, como toda experiencia. Pero llegado esta convulsa època, Fulano se mantenìa sobrio, ahora entendìa que era el ùnico modo.
El viejo brujo se toma su tiempo, su proceso vivencial en ocasiones prescinde de ser plasmado en un diario, mejor le va un cuento sencillo, digerible, fàcil de leer. El viejo brujo es poeta, es un viejo parlachin, de joven se fue quedando ciego, luego comenzo a usar telescopios a maneras de lentes, segùn el asì te lograba ver hasta bien adentro, despuès dijo desarrollarè mi aparato acùstico, con concha y toro, perdòn; concha y todo, para los que no entienden; haciendo alusiòn al caracol que es una estructura del oido interno, donde por un mecanismo “màgico” vibratorio, se recoge la experiencia entre las cèlulas neurosensoriales que discurren entre las placas de la còclea, un diseño perfecto de transductancia.
Desde muy joven el viejo brujo ante la pregunta, en un supuesto entre tu sentido de la audiciòn y visiòn cual preferirìas perder?, el sin dudarlo dijo; preferiria perder la visiòn. Desde ese dìa, sus ojos se volvieron poco a poco màs opacos, pero paralelamente se fue afinando su hipocampo, sensibilizando su hipòfisis, su ojo primario se fue abriendo.
Escribir es un hàbito donde las manos son ùtiles para la energìa creadora, desde las perspectiva del manco Sutano, la energìa creadora se desbordarìa de otra forma, los hàbitos son una muestra de tu kung fu, en ese contexto; Sutano era un trovador. se dedicaba a cantar por las calles, en ocasiones era desalojado de las mismas, por las fuerzas del orden, decìan que sus mensajes sonaban hirientes para los sordos. Ademàs que la jaurìa de perros empezaba con sus estridentes ladridos.
La melodìa se metiò muy profundo en el afinado sentido de audiciòn del viejo brujo. Sutano, cantaba en una frecuencia muy melòdica, las ondas sonoras que emitìa, elevaban la masa gravitacional, ese era su poder, nadie sabe como Sutano habìa adquirido esta habilidad, se supone que le fue transmitida en lìnea directa desde el primer gran ciclo terrenal.
En esa època, la gente se metìa subcutaneamente un lìquido extraño, al cual le adjudicaban superpoderes, muy publicitado por los medios, y en ocasiones requeridos por ministerio de ley, lo primero que pensò el Viejo Brujo fue; algùn extracto de moringa ha de ser, mìnimo, mìnimo aderezado con dulcamara, que otrogaba memorìa celular contra todas las variedades de nidovairuses, o ribovairuses, obvio despuès de quizàs milsetescientoscincuentaytresmillonesdoscientostreintaycuatromilquinientossetentaysiete dosages, ya saben los beneficios superan los riesgos.
Asì fue como Fulano comenzò a escribir, el Viejo Brujo se dejò llevar por la mùsica, y Sutano volò una vez màs rumbo a predicar a otro oido que quiera escuchar, el llamado de la naturaleza, el llamado a crear resistencia…
El viejo brujo, observaba hacia bien adentro de su Yo, se decìa; respira profundo y despacio, pega la lengua al paladar, y mira como fluye el aire hacia tu interior, infla tu abdomen en el proceso, controla tu centro, el que contola su respiraciòn controla sus emociones.
Con todo este sutrato vivencial, se arma el equipo para combatir en la gran misiòn, abordan el buque libertad. Solo Dios sabe el rumbo que tomara esta historia, los capitulos parecen que recien empezaràn a escribirse, mientra tanto, todos seguimos entrenando.